Grandes Magos: Rene Lavand


Es sin lugar a dudas uno de los más grandes ilusionistas de Argentina y el mundo. Su verdadero nombre es Héctor René Lavandera, y nació el 24 de septiembre de 1928 en Buenos Aires. Luego se mudó junto con su familia a Coronel Suarez, y finalmente a Tandil.

Desde niño le gustaron los trucos, y comenzó a practicar, primero con las dos manos, y luego que un accidente automovilístico le quitara una, a los 9 años, siguió cautivando público con una mano sola. él mismo explica que lo suyo fue de autodidacta puro, ya que no existían libros de magia para realizar con una sola mano.

Ya siendo un joven entra a trabajar en una banco durante 10 años, sin dejar de lado su mazo de cartas, que lo acompañaría a todos lados siempre.

A los 32 años debuta en el Teatro Tabarís y comienzan las giras internacionales y los shows de televisión, tanto en el país como afuera: Ted Sullivan, Johnny Carson, etc.

Desde allí no paró de trabajar en muchisimos teatros, hasta realizó shows en el Castillo Mágico de Hollywood, donde el mítico Dai Vernon, entre otros grandes magos, ofreció excelentes espectáculos.

Su estilo es el Close Up, y su talento aplicado cautivó a espectadores de muchísimos países. Tal vez una de sus mayores virtudes sea el extraordinario manejo de las “pausas” o silencios dramáticos, que solo los grandes artistas pueden manejar.

Narrador de historias fascinantes durante el desarrollo de sus ilusiones. Reconoce él a Rolando Chirico y a Ricardo Martín como el creador de las historias de sus ilusiones mágicas. “…él entiende profundamente mi trabajo, mi técnica y mi estilo personal…”.

Residió en Tandil con su esposa Nora, enseñando magia en un vagón de ferrocarril que adaptó a salón de magia, llamado por él mismo “Pata de Fierro”, y continuó viajando, pero sin abandonar a sus hijos ni a su lugar.

Ilusionismo, ilusión, ¡qué bien suenan estas palabras! Me gustan más que magia, magos, prestidigitación, prestidigitadores. Me gustó el término de por sí y además, a mi juicio, es el que más se adapta para calificar nuestro arte, pues somos precisamente eso: creadores de ilusiones. ¡A lo que puede hacernos llegar una ilusión!…”

René Lavand falleció el 07 de febrero del 2015 en la clínica Chacabuco de Tandil, a los 86 años, a causa de una neumonía.