Max Malini (1873-1942) nació en Max Katz Breit en Ostrov, Polonia, creció en Nueva York (Estados Unidos). De joven Malini trabajaba en un bar. Tuvo como profesor a Seiden un mago come fuego y ventrílocuo. El trabajo de Malini distaba mucho de ser glamuroso y mágico.
Él esperaba a los clientes y de vez en cuando cantaba para el patrón. Sin embargo Seiden tomó al joven chico bajo su tutela y le fue enseñando los caminos de prestidigitador. Demostró ser un pupilo avanzado y a la temprana edad de 15 años fue presentado como un mago profesional.
Malini era tremendamente creativo, la magia de Malini era en su mayoría con objetos comunes, cuchillos, vasos, cerillas, y un montón de cosas mundanas. Malini pasó a ser un mago de salón, creando en dos horas una función de magia con objetos que él mismo llevaba en su bolsillo y de uso común. De esta forma comenzó a ganar la reputación como un mago maestro. Un maestro en el arte de la misdirection, el dominó el mundo de los magos como unos pocos, creando la mayoría de sus milagros con su cuerpo. Su creatividad se manifestó con la creación de efectos y rutinas casi espontáneamente y sin dificultades.
Malini presentó su magia a líderes politícos de su época en el viejo Mundo.
El trabajo de Malini se mantuvo en el más secreto. Nunca tomó parte en congresos y muy raramente entraba en tiendas de magia. Cuando Dai Vernon escribió el libro "Malini and His Magic" en 1961 con Lewis Ganson, Vernon tuvo que tomar en consideración los argumentos de Charlie Miller, uno de los pocos magos que tuvo el privilegio de conocer a Malini y alguno de sus secretos.
Malini era una persona fascinante y divertida. Su popularidad le llevaba a que frecuentemente le ofrecieran regalos. Por ejemplo en sus función en el hotel Viking, le pusieron a su disposición de manera gratuita, las instalaciones, la plantilla del hotel y cualquier elemento decorativo que pudiera necesitar para su número.
A pesar de ser un hombre de pequeño tamaño, él en sus números lograba presentarse como un gran hombre, trabajó mucho en conseguir mostrarse como un hobre culto y refinado. llevaba trajes caros, una capa y sombrero. Malini era un excelente showman, todo el mundo quedaba impresionado con la presencia de Malini. Tenía una gran personalidad que atraía a todos los personajes de su época, entre los que se encontraban John D. Rockefeller, John Jacob Astor e incluso Al Capone.
Este mago significaba para todos sus amigos la sorpresa y el engaño que los tomaba siempre desprevenidos en el momento menos pensado. Vivió sus últimos años en Hawai, y falleció el 3 de octubre de 1942.
Cualquiera tiene que mirar los catálogos de cualquier tienda de magia para ver el legado de Malini y sus legendarias actuaciones.